Elías trata de recomponer su vida pero todo sale mal: ni consigue recomprar la frutería, ni que Adela le acompañe a reencontrarse con Germán y lo peor de todo: alguien del mercado era la fuente que surtió al periodista más crítico con él.
Jorge, gracias a David, comprende que quiere seguir adelante con el embarazo y se lo comunica a Lorena, que le anuncia que todo ha sido una falsa alarma.